Los marcadores del discurso, también llamados enlaces extraoracionales o conectores argumentativos, extraoracionales, procesadores textuales, etc., unen de forma explícita segmentos
textuales (enunciados o grupos de enunciados) y establecen entre ellos
distintas relaciones semánticas (de significado) y pragmáticas (cómo influye el
contexto en la interpretación del enunciado). Con frecuencia no son necesarios
para comprender el contenido del texto, pero lo habitual es que aparezcan para
que sepamos interpretar el enunciado que introducen con respecto al anterior.
Marcadores que
estructuran el discurso
• Iniciadores: para empezar
• Enumeradores: en primer lugar, en segundo lugar
• Digresores: a propósito, por cierto, a todo esto
• Finalizadores: por último, en último término, en fin, finalmente
• Continuativos: entonces, así pues, de modo que, pues bien,
conque
• Conclusivos: en consecuencia, en conclusión, en resumen,
por tanto
Conectores que unen
dos segmentos textuales
• Aditivos: además, incluso, asimismo
• Contraargumentativos: sin embargo, no obstante, por el
contrario
• Consecutivos: por tanto, por consiguiente, en
consecuencia, entonces, en efecto, de ahí
Marcadores que
indican la posición del hablante hacia la continuación del discurso
• Indicativos de opinión: desde mi punto de vista, en mi
opinión
• Reformuladores explicativos: es decir, o sea, total, en
otras palabras, por ejemplo
Marcadores
conversacionales para mostrar el seguimiento del discurso
• Iniciativos: mirá vos, a ver, ¿sabés qué?
• Enfáticos: claro que sí, no faltaría más
• Aprobativos: bueno, perfecto, bien, de acuerdo
• Afirmativos: evidentemente, por supuesto, en efecto
• Apelativos: mirá, escuchá, fijate
• Comprobativos: ¿verdad?, ¿me seguís?, ¿me entedés?
Fuente: Wikilengua
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