“En primer lugar, definiré lo que es la ciencia ficción
diciendo lo que no es. No puede ser definida como un ‘relato, novela o drama
ambientado en el futuro’, desde el momento en que existe algo como la aventura
espacial, que está ambientada en el futuro, pero no es ciencia ficción; se
trata simplemente de aventuras, combates y guerras espaciales que se
desarrollan en un futuro de tecnología superavanzada. (…) De modo que si
separamos la ciencia ficción del futuro y de la tecnología altamente avanzada,
¿a qué podemos llamar ciencia ficción?
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Imagen extraída de Pinterest |
Tenemos un mundo ficticio; este es el primer paso. Una
sociedad que no existe de hecho, pero que se basa en nuestra sociedad real; es
decir, esta actúa como punto de partida. La sociedad deriva de la nuestra en
alguna forma (…). Es nuestro mundo desfigurado por el esfuerzo mental del
autor, nuestro mundo trasformado en otro que no existe o que aún no existe. Este
mundo debe diferenciarse del real al menos en un aspecto que debe ser
suficiente para dar lugar a acontecimientos que no ocurren en nuestra sociedad
o en cualquier otra sociedad del presente o del pasado. Una idea coherente debe
fluir en esta desfiguración; quiero decir que la desfiguración ha de ser
conceptual, no trivial o extravagante… Esta es la esencia de la ciencia
ficción, la desfiguración conceptual que, desde el interior de la sociedad,
origina una nueva sociedad imaginada en la mente del autor, plasmada en letra
impresa y capaz de actuar como un mazazo en la mente del lector, lo que
llamamos el shock del no reconocimiento. Él sabe que la lectura no se refiere a
su mundo real.
Ahora tratemos de separar la fantasía de la ciencia ficción.
Es imposible, y una rápida reflexión nos lo demostrará. Fijémonos en los
personajes dotados de poderes paranormales; fijémonos en los mutantes que Ted
Sturgeon plasma en su maravilloso Más que
humano. Si el lector cree que tales mutantes pueden existir, considerará la
novela de Sturgeon como ciencia ficción. Si, al contrario, opina que los
mutantes, como los brujos y los dragones, son criaturas imaginarias, leerá una
novela de fantasía. La fantasía trata de aquello que la opinión general
considera posible bajo determinadas circunstancias. Esto es, en esencia, un
juicio arriesgado, puesto que no es posible saber objetivamente lo que es
posible y lo que no lo es, creencias subjetivas por parte del autor y del
lector”.
Philip K. Dick (fragmento de una carta), 14 de mayo de 1981